Saturday, December 22, 2007

Wednesday, December 19, 2007

Navidades

Feliz Navidad
Ana

Saturday, November 24, 2007

Érase una vez...para Gono

Ana, bailando el tango sola.

Saturday, October 13, 2007

Wednesday, October 10, 2007

Saturday, September 29, 2007

Las uvas en el balcón




...pero, ya no están; ya las comí.

Monday, September 24, 2007

Tragedias romanas


Ayer vi las Tragedias romanas de William Shakespeare en la versión original, y, a la vez, en la forma de un telediario. Se podía ver las noticias leídas en boletines, con imágenes de la guerra en Roma (en realidad imágenes de Irak), y con entrevistas con los políticos respectivos. Llevó a frases cómo: “Aquí tenemos a Coriolano que va a contarnos cómo va con sus tropas que en este momento se acercan a Roma.” Todo tuvo lugar en el teatro principal de Amsterdam: el Stadsschouwburg. Pero, no sólo era un telediario, era mucho más: teatro en vivo, imágenes en pantallas grandes, efectos digitales, música en vivo, y el público que formó parte de todo eso. Cada vez cuando iba a morir un gran emperador romano lo anunciaron como, por ejemeplo: “Dentro de cinco minutos va a morir Coriolano, dentro de 10 minutos Aufidius, y dentro de una hora Brutus.” Los actores ‘muertos’ también aparecieron en la pantalla grande como fotos policiales de cadáveres, acompañadas por los datos, escritos en letras digitales debajo de la imagen, como: “Julius Ceasar, 100 BC - 44 BC”. El espectáculo duró 6 horas, pero cada media hora había una pausa en la que cambiaron el escenario, y en la que el público podía cambiar su sitio. El público también podía meterse en el escenario, ponerse detrás de, o entre los actores, y seguir el drama (junto con imágenes actuales, por ejemplo de la familia Kennedy, o unos anuncios) en distintas pantallas en el mismo escenario. Los actores se movían libremente, a veces fuera de la sala. Una vez un actor seguió su papel en el balcón del Stadsschouwburg, mientras podíamos verlo gritando a la gente que estaba fuera, en la plaza (el Leidseplein). Y, los actores eran fenomenales, dijeron los textos difíciles de Shakespeare como si fueran textos de cada día. Eran de nuestra famosa compañia de teatro el Toneelgroep Amsterdam : www.toneelgroepamsterdam.nl.
Era un día linda, tal vez el último del año con mucho sol. A pesar de eso no fue un castigo estar en el Stadsschouwburg, escuchando y mirando todo este espectáculo. Nunca había visto algo así, fue
impresionante.
Ana

Tuesday, September 18, 2007

Monday, September 17, 2007

AMSTERDAMESES

Amsterdam es la madre y es el diablo,
el mito del amor y de la pena.
Es el beso, el castigo, la condena,
el perdón - buey y burro en el establo.

Amsterdam es la voz cuando yo entablo
un diálogo de amor que no me llena
o un monólogo ebrio de sirenas.
El grito está en mi cuando no hablo.

A la hora del sueño y de la espera
de vez en cuando voy con los amigos
a buscar complasencia en el olvido.

La ciudad nos ahoga en su cansancio
y entre el vano tabaco y la cerveza
nos morimos de chic y de tristeza.

Juan Tajes

Amsterdam
1988

Saturday, September 15, 2007

Monday, September 10, 2007

Narcotango: entrevista con Carlos Libedinsky

¿Cuán neo, libre o líquido es Narcotango?

Según Carlos Libedinsky, el compositor y lider musical de Narcotango, ‘una cadena’1 es un encadenamiento fluido de pasos de baile, como una mezcla bonita del baile tradicional y lo que ahora llaman ‘tango líquido’, ‘tango libre’ y ‘neotango’. Yo me pregunto cuán ‘líquido’, ‘libre’ o ‘neo’ sea ese tango. Para saberlo seguí el grupo un fin de semana, cuando estaban en Holanda. El sábado, el 5 de mayo, Narcotango actuó en Paradiso, y el domingo, el 6 de mayo, Carlos Libedinsky dio un taller de neotango en Amsterdam.

Encuentro a los miembros de Narcotango en el vestuario de Paradiso en un ambiente casi eufórico. Es obvio que tienen ganas de actuar. Sólo Rosana Laudani, la cantante del grupo, y también esposa de Libedinsky, todavía se encuentra ante el espejo para dar la última mano a sus pestañas pegadas. Los otros andan un poco, y Carlos Libedinsky dice que sí tiene un momento libre para atenderme.

Decido ir directamente al grano: “Qué exactamente es lo que llaman ‘neotango’, y cómo el público intepreta, en general, la música de Narcotango?” Carlos Libedinsky contesta que el tango tradicional está ligado a una atmósfera de la tradición, como el ‘neotango’, o tango electrónico, también está ligado a una cierta atmósfera. “Sólo es que la atmósfera de Buenos Aires de hoy en día ya no es la de antes. Por eso necesitamos contar algo nuevo con nuestra música, pero sin desatender la tradición del tango. Me interesa generar algo nuevo de los elementos tradicionales. En este momento el tango se encuentra en un proceso de cambio. Y, eso es bueno, mejor que cuando todo siguiera como antes. Una cultura no es algo estático, sino algo que tiene que quedarse en movimiento. Lo nuevo es interesante y ayuda a reflexionar.”
¿Quiere saber lo que dijo Miguel Ángel Zotto en el número de abril de nuestra revista sobre la nueva música electrónica?
2 Porque mi mirada probablemente no augura nada bueno, Carlos Libedinsky dice que, a decir verdad, no quiere saberlo en absoluto: “Renovaciones siempre generan reacciones negativas, y casi siempre tienen su orígen en la intolerancia. Alguien como Zotto pertenece a la categoría de gente que sólo se interesa por oponerse, en vez de escuchar verdaderamente. Se encierra en si mismo, y eso no es muy inteligente.”
Mientras tanto el grupo está al punto de actuar. Les dejo en el vestuario y voy a la sala.

Paradiso está llena de gente. Los instrumentos están puestos ante una pantalla grande, en la que a lo largo del concierto aparecen imágenes más o menos alucinantes. Las imágenes parecen subrayar el alto grado de abstracción de la música. La cantante Rosana Laudani no tiene texto, sólo canturrea. Suena lindo, pero tengo que acostumbrarme un poco al tener que prescindir del texto. Cuando Laudani, saltando mucho al final, también se quita los zapatos de tango, parece que con eso ya se ha sacudido casi todo el tango. Lo que queda es una mezcla alegre de varios estilos musicales con alguno que otro toque de tango.

El primer CD de Narcotango tiene dos interpretaciones de tangos antiguos: Trancetango está basado en Duo de amor de Astor Piazzolla, y hay una versión de Mi Buenos Aires Querido. El resto de los números es original, y está compuesto por Carlos Libedinsky. Después del concierto hablamos más de la música y del origen del grupo. Le hago observar la imagen en la cubierta del primer CD de 2003 (el segundo salió en 2006) que llama mi atención. Muestra cuerpos envueltos en plástico, y pregunto si tiene una relación con la música: “Son capas plásticos que puedes pelar. Nuestro entorno rebosa de información, de estímulos, y depende de nuestro grado de sensibilidad cuánto podemos llegar a ver del alrededor. Una pareja de tango envuelta en plástico, son dos personas que coinciden, y eso puede terminar en cualquier cosa. Algo así tiene que expresar la foto. Pero, en realidad no es interesante explicar la foto, ni la música. Trata del ambiente y los bailarines marcan la tónica del ambiente de la música.”

¿Cómo llegó al tango? De las entrevistas anteriores resulta que Carlos Libedinsky hizo música pop hasta 1992, y tomaba parte en distintos proyectos de teatro (clásico y folklore). Antes estudiaba música clásica. Cuenta que fue influido por distintos músicos y estilos musicales, entre otros por Tom Waits, Björk, Massive Attack y Portishead; hasta que, en un momento dado, tropezara con el tango. Era porque bailaba tango: “Fui a las milongas y las consideraba como un tipo teatro, como sucesos teatrales. Sólo es que aquí se trata de la realidad, porque bailar no es ficción. En cuanto al tango fui influido por Di Sarli y Pugliese.”

El domingo después del concierto existe mucho interés por el taller “musicalidad y ritmo para bailarines”. Casi ya no cabe nadie más en la estrecha pista de baile del Café Swing Inn en Amsterdam. Dirigidos por Carlos Libedinsky, los bailarines sobre todo aprenden a improvisar y escuchar la música. Empieza la clase con: “Van a bailar en música que ya nunca van a oír.” Después deja andar a los bailarines, mientras tienen que acercarse, y presentarse el uno al otro en unas cuentas de la música. También aprenden a hacer un movimiento improvisto en más cuentas de la música. “Empecé con este taller porque los profesores me lo pidieron. Existe una necesidad de aprender a bailar desde la música. Unos holandeses han sido muy importante por su apoyo. Holanda fue nuestra primera casa.” Marijke de Vries ya les invitó en Holanda a finales de 2003, cuando apenas habían comenzado como grupo. Después fueron invitados por René Oey y Gabrielle Nederend de la escuala Tango Talks, para actuar en el Club Panamá de Amsterdam. Son ellos que dan el espacio para este taller.

Mientras tanto Narcotango, junto con grupos como el Gotan Project, pertenece al cumbre del neotango. El BBC usa su música en documentales, y toda Argentina se despierta cada mañana con el sonido narcotango bajo el noticiero.
Pero, ¿cuán neo, libre o líquido es ese sonido narcotango? Sobre los términos ya han dicho y escrito mucho. Narcotango hace música con elementos en los que se baila el tango, en una forma ‘liquida’ y improvisando libremente. Tal vez el nombre no importa. Está seguro que la música refleja la vida moderna de Buenos Aires y que a muchos bailarines progres les gusta bailar en esa música.

Anita Brus

(la entrevista fue publicada en la revista de tango La Cadena, en mayo de 2007)

1 La Cadena también es el nombre de la revista holandesa para la que escribí este artículo.
2 El bailarín Miguel Ángel Zotto dijo: “El tango electrónico, y todo lo que conlleva, es para almas de Dios. El ritmo es como el latido del corazón, y es por eso que a tanta gente se lo gusta. Pero, no tiene ninguna pofundidad, y por eso no va a ser nada más que una moda pasajera.”

Tuesday, September 04, 2007

Wednesday, August 29, 2007

Thursday, June 28, 2007

El instante



¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está solo. La memoria

erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados
espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.

Jorge Luis Borges

Sunday, June 17, 2007

El final de la fiesta


Carne IV

Y, al fin y al cabo...
el matambre que quedó.

Saturday, June 16, 2007

Sunday, June 10, 2007

Carne III

Hubo un argentino en mi casa.

Saturday, June 02, 2007

El 'Gran Show del donante' II

El show de televisión en que una mujer debía decidir a quién donaría su riñón fue un montaje para sensibilizar sobre las donaciones

01/06/2007 Actualizada a las 22:59h
La Haya. (EFE).- El "gran espectáculo del donante" se emitió hoy en un canal de la televisión holandesa pero al final no hubo un premio de un riñón, sino que el programa resultó ser un montaje para sensibilizar a la población para que done sus órganos.La gran sorpresa se guardó hasta el último momento cuando, antes de saberse el ganador del programa (y del riñón), se reveló que no se iba a producir una donación, que la donante enferma de cáncer era una actriz y que el objetivo de la emisión era concienciar a los holandeses."Ló único cierto aquí es que estas tres personas son enfermas renales y que necesitan un riñón", dijo el presentador del programa del canal BNN que tantas críticas despertó durante esta semana en el Parlamento holandés y a escala internacional.Los tres concursantes, que incluso parecían preocupados cuando el presentador hizo la pregunta de mal gusto de "¿quién va a llevarse el riñón a casa?", declararon al final del espectáculo que habían participado en la farsa para concienciar a la gente.Los participantes eran una mujer de 36 años, locutora de radio, un joven estudiante de enfermería de 19 y una asistente social de 29 años que trabaja con disminuidos psíquicos, y que fue la favorita del público que envió mensajes SMS al estudio de televisión.Los telespectadores vivieron hasta el último momento un verdadero "reality show" en el que primero se presentó a la enferma de un cáncer incurable -Lisa, que realmente se llama Leoní- como una mujer a la que supuestamente le quedaba medio año de vida pero que quería tener un gesto altruista y alargar la vida a un enfermo renal.Además, esta decisión estaba reforzada por la reciente muerte de un amigo suyo que no recibió un riñón a tiempo, lo cual tampoco era cierto.La vida de los tres enfermos renales se documentó con vídeos de sus quehaceres cotidianos y con entrevistas a familiares o amigos próximos, en donde se resaltaban las limitaciones que afrontan por depender de la diálisis.Los participantes también se sorprendieron de la publicidad que ganó el programa antes de su emisión, contra la que se habían manifestado las autoridades del país.Las críticas al programa se mantuvieron hasta el último momento previo a la emisión del espectáculo, porque hoy mismo el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, quien aseguró que no vería el concurso, lamentó que este tipo de espectáculos "no favorece a la imagen de Holanda en el extranjero".A lo largo del simulacro de reality show, el presentador ofreció datos sobre la caída del número de donantes en Holanda, un país donde 1.400 personas necesitan la donación de un órgano y en el que la lista de espera para recibirlo son de hasta 4,5 años.El canal que emitió el concurso, BNN, fue fundado por Bart de Graaf, un popular presentador de televisión, enfermo renal y fallecido en el 2002 a los 35 años y al que hoy dedicaron este gran simulacro con motivo del quinto aniversario de su muerte.

www.Lavanguardia.es

Tuesday, May 29, 2007

El 'Gran Show del donante'

POLÉMICO PROGRAMA

EUROPA PRESS ELMUNDO.ES
AMSTERDAM MADRID.- Un canal de televisión holandés, BNN, tiene previsto emitir este viernes un programa en el que una mujer enferma terminal selecciona un receptor para sus riñones de entre tres concursantes. La idea ha escandalizado a los políticos del país y el gobierno ha hecho un llamamiento a la cadena para que no lo emita.
Según informa la prensa holandesa, BNN lanzaría el 1 de junio a las 20.30 horas (el horario prime-time en el país) 'The Big Donorshow' (El gran show del donante), durante el que una mujer de 37 años, llamada Lisa, elegirá a una persona con problemas renales para donarle su riñón.
Tomará su decisión basándose en la historia de los concursantes, perfil y conversaciones con sus familias y amigos. Además, los espectadores podrán enviar mensajes de texto aconsejándola durante el programa de 80 minutos a quién debería seleccionar.
"Las opciones de un riñón son de un 33% para cada concursante. Esto es mucho más alto que para la gente que está en lista de espera", ha declarado el presidente de BNN, Laurens Drillich.
Los partidos gobernantes en coalición, los Cristiano Demócratas (CD) y los conservadores de la Unión Cristiana han dicho que el programa era "miserable" y poco ético.
Sin embargo, BNN dice que quiere destacar las dificultades a las que se enfrentan quienes tienen problemas de riñón y necesitan un órgano como un tributo al fundador de BNN Bart de Graaff, que murió hace cinco años de una insuficiencia renal, a pesar de varios trasplantes.
La idea sale de la factoría Endemol, la productora holandesa que inventó el conocido 'Gran Hermano' en 1999. Holanda es pionera en este tipo de formatos, los denominados 'reality shows', que ha exportado a todo el mundo.


Noticia en un periódico español.

Ana:
Queridos blogueros: ¿cómo os parece esa iniciativa? Suponemos que los organizadores del programa son honestos (en Holanda tenemos otro sistema de televisión, las emisoras no sólo son comerciales), y que han buscado una forma para llamar la atención a la escasez de riñones...
¡Dadme sus opiniones!

Saturday, May 19, 2007

Efraim en holandés


Ik dacht dat alleen de vissen op die manier bewogen

Ik werd geboren in een mooie kleine stinkende stad omgeven door steen. Een ansichtkaart die op tweehonderd kilometer afstand nóg stinkt naar stront. Wanneer je in de stront leeft merk je nauwelijks verschillen. Je raakt al snel gewend aan alle luchten die je vervolgens kwijtraakt, waarmee ook een zeker bewustzijn en een bepaalde waardigheid verdwijnt. Ik pleeg het oord ‘Bewegingloze Stad’ te noemen waarmee ik niet wil zeggen dat ik deze stad haat als ik langs de oevers van haar vervuilde zee loop, als ik tussen de toeristen loop die als reusachtige garnalen onder de zon liggen te bakken en als ik de horden verkopers en masseurs aan het schrikken maak, terwijl zij om kruimels vechten. Nooit was ik er gelukkig, wel had ik er goeie vrienden met wie ik ironie en dronkenschap deelde. Zoals elke stad kende ook deze een overschot aan dichters en een gebrek aan geile hoeren. Ik hield van dikke meiden en rolde van de ene over de andere, zonder dat te vinden wat een man moet weten voordat hij sterft. En daarna schakelde ik over naar slanke types, naar middelgrote en naar kleine, tot één van hen mijn hart brak. Het doet erg zeer wanneer men je hart breekt, het is dan alsof je ziel door je mond naar buiten wordt gerukt. Ik ging die stad toen meer haten, ik haatte haar steen voor steen en balkon na balkon. Ik kon het niet verdragen dat zij me haar kont toekeerde, zonder mij nog één laatste vibrerende nacht te gunnen. Om haar was ik afgedaald naar het kilste gekkenhuis, had ik zes maand in een een keurig kantoor gewerkt, had ik drie vrouwen de bons gegeven met mooiere borsten dan de hare, had ik me in de felste kleuren belachelijk gemaakt. Om haar had ik iemand van kant gemaakt. Maar dit alles telt niet als de kou via je gat naar binnen dringt om je zenuwen te bevriezen. Als de schaduw van een zieke hond dwaalde ik dagen aaneen rond in de bars van ‘Bewegingloze Stad’, tot ik tegen mezelf zei: “Dit kan ik niet aan. God, ik kan dit niet.” En ik kon het niet. Op een nacht propte ik al mijn spullen in een sjofele koffer en maakte ik me met de staart tussen de benen uit de voeten. Een paar dagen eerder had ik haar een brief geschreven.

Bewegingloze Stad, april, 1989
Eén keer rondtollen met de ogen dicht is genoeg om te verdwalen in andere dimensies. Jij hield niet van dat spelletje, ik moest je snel weer op de grond zetten. Ik veronderstel dat je je meer op je gemak voelde in onze huidige dimensie. Ooit vertelde ik je dat de zonen van het licht nog onbarmhartiger zijn, en nu zul je de gevolgen wel kennen van een leven waarin je bent overgeleverd aan anderen. Ik zou liegen als ik zou zeggen dat ik je niet naar de hel wens, maar ik hoef helemaal niets meer te zeggen omdat onze liefde voorbij is en leegte geen ruimte laat voor bedrog.
Ik wedde met Marianne dat het je beter zou vergaan zonder mij en moet mijn verlies nu toegeven. Gelukkig was het niet om veel, hoewel zij…
Ik draai nog steeds met gesloten ogen rond, gehoorzamend aan de roep van het vuur, levend op het scherp van de snede, in de zekerheid dat niemand weet wat hij heeft tot hij het verliest (ik denk dat jij dit wel zult begrijpen).
Ik besef me dat we vroeg of laat allemaal afscheid moeten nemen. Dat is de reden waarom de bijen zoemen, de vogels zingen en dat maakt dat de vogels lachen. Ik weet dat Marianne gelijk had, dat ik je meteen had moeten laten gaan en dat ik mezelf niet voor de gek had moeten houden met valse liefdes en door steeds weer te vergeten. Ik had me moeten beseffen dat niets werkelijk kon groeien in jouw schaduw. En zo zie je maar dat ik niet die harde bikkel ben die ik dacht te zijn en…
Zoals je die middag zei, kun je maar beter liefkozingen ontvangen van idioten, want dat brengt minder risico met zich mee (tjongjongejonge). Goed, nu heb je de idioot waarvan je moeder droomde. En ik zal de café’s kort en klein blijven slaan, vrouwen van allerlei allooi blijven verleiden en blijven drinken tot ik er bij neerval. Ik zal de perfecte alibi blijven voor je echtgenoot en voor je moeder, zodat ze kunnen zeggen: zie je nou wel, die figuur zal altijd een mislukkeling blijven, een ongelikte beer zonder scrupules, een… (terwijl hij, je echtgenoot, zo schoon en bedeesd oogt). Ben ik je toch op zijn minst nog met iets van dienst.
Hij die zich in de duisternis begeeft is een onbekende, mijn pijn is anoniem. En als ik je ooit het beste van mezelf gegeven heb is dat omdat het beste tegelijkertijd het slechtste is: gaten in het hart, doorgedraaide nachten, geheime misdaden, onzichtbare zelfmoorden, holtes in de hersenen. Ik ga te ver mijn lief, ik wil je toch zeker niet verbranden? Ik die de vijand ben van deze groene planeet, de man van het vuur, je trouweloze geliefde. Ik ben de god die tekort schoot.
En dan te bedenken dat we samen zo veel zonsopgangen hebben gezien, dat we alles zo intens beleefden, dat ik tot ik je leerde kennen dacht dat alleen de vissen op die manier bewogen, dat onze tijd in de hel opschudding veroorzaakte… (ik vraag me af wat er mis is met een derderangs begrafenis als uiteindelijk toch alles tot stof vergaat). Ondanks alles kwam er iets schadelijks en ondefiniëerbaars op ons pad, maar daarover hebben we het maar liever niet. Misschien heeft deze hele slachting geen zin gehad omdat er uiteindelijk slechts water in jouw hoofd drong…

(de auto die op de binnenplaats staat slijt, de ratten verslinden zijn hart)

Midden op de dag kwam ik aan in Bogotá. Ik stapte uit de bus en liep richting een park. Ik had geen idee waar ik was, noch wat mijn volgende zet zou zijn. Ik was hier nooit eerder geweest en bij het zien van de bergen voelde ik me verloren. Op een bankje wachtte ik op de ingeving van een fantastisch idee, op iets wat me richting zou geven. Maar in plaats van een idee kwam er een oude man die me om geld vroeg en die erger stonk dan ‘Bewegingloze Stad’. “Je bent hier op de verkeerde plek”, zei ik tegen hem. De oude begon te lachen en me meteen ook te beledigen. Ik bleef rustig en bekeek het lichaam waar eens een menselijk wezen in gehuisd had. Zijn ogen hadden een mooie paarse kleur en hij had een krachtig breed voorhoofd waarin slechts kadavers van insecten achtergebleven waren. Hij sloofde zich uit zonder mij iets te doen en vertrok vervolgens om een ander voor rotte vis uit te maken. Daarna kwam er een jongen op me af die marihuana wilde verkopen en van wie ik het beetje kocht dat ik oprookte tot mijn gevoel van moeheid plaatsmaakte voor een wereld van erotische wellust waarin elke boomtak betekenis kreeg. In mijn versleten koffer droeg ik de fragmenten van een potentiële roman en in mij jaszak had ik genoeg geld voor drie dagen in een armoedig hotel. Een meisje rukte me los van de takken en vroeg me een trek van mijn sigaret. Zo werden we vrienden. Haar moeder verhuurde kamers. “Ik heb niet veel geld”, zei ik. “Er is een zolderkamer. Ik haal mijn moeder wel over voor een maand”, zei zij, terwijl ze met dromerige ogen een trek van haar sigaret nam. “Later zie je wel hoe je het redt.”

Het was een minimale zolderkamer, maar warm als de kont van een kip. Silvana (zo heette het meisje) en ik werden elkaars geliefden. Het is nog steeds een van de mooiste liefdes die ik ooit gehad heb! Elk nacht zonk ik weg in haar grijsbruine ogen en ik begrijp nog steeds niet waarom ze zich van kant heeft gemaakt, maar dat is een ander verhaal… Op de etage van die zolderkamer boog ik me elke nacht over mijn roman. Silvana had me een oude Olivetti geleend waarvan de letter G ontbrak. Ik was erg tevreden over de titel die ik mijn roman gaf: “Bijt je in niets vast dat je niet binnen 5 seconden weer los kunt laten”. Op een middag maakten we ruzie en schreef ik haar een brief om het weer goed te maken:

Bogotá, juni, 1989
Het is nog steeds middag. Een sterke maar vredige zon schijnt tussen de gebouwen door en vult de bladeren van de bomen met goud. Het is hier stil en misschien onrustig. Ik vermoed dat elke minuut onbedoeld een eigen verklaring heeft. Er stond een boodschap op het antwoordapparaat, maar geen spoor van uren en ruimte. Alleen jij kent de beweegredenen van je handelingen,voor mij blijft alleen de afstand over en de lege ruimte tussen twee oranje regels. Misschien moest je weg om bepaalde afspraken na te komen, maar ik schrik ervan als ik niets van je hoor. Ook ben ik bang dat we, als ik me al te zeer haast, in een soort doolhof terechtkomen. De klok tikt genadeloos verder, die klok kan het niet schelen. Je weet dat ik erg veel van je hou en misschien bel je op een bepaald moment toch. Dit alles is niet treurig als ik bedenk dat je zachte stem straks door de telefoon de moordende seconden zal wegvagen, zodat alles opnieuw kan beginnen. In het schijnsel van de koplampen van een willekeurige auto zijn de ogen van een haas als kleine verbaasde zonnetjes in de nacht. Ik weet niet hoe lang ik zal kunnen wachten want ook mijn tijd telt. Ik weet wel dat harten tollen en dat alles soms ingewikkelder wordt in het hoofd: dat het hoofd in staat is zijn eigen raadselen te creëren waarmee het alleen zichzelf kwelt. Ik adem en denk aan de valkuilen in de harde contouren van deze nacht. Ik adem en zie auto’s, overstekende mensen die allen proberen aan de overkant te komen maar die daar nooit allemaal in kunnen slagen. De wagons van de angst zijn overvol en ik weet niet in welke ik reis. Die middag, de gesprekken op het gras, dat geweldige gesprek, die onverwachte glimlach. Waarom kan niemand zich ooit voorstellen hoe het zou zijn? De middag dooft uit tegen mijn huid, hier in deze kleine zolderkamer die zonder jou slechts een gevangenis is, alleen maar een graf, een bedorven illusie. Op dat soort momenten walg ik ervan op mijn instinct af te gaan. Ik zou er wat betreft mezelf de voorkeur aan geven niemand te zijn, misschien een sereen spook dat toeziet hoe twee arbeiders zijn wereld stukmaken. Waarom met deuren slaan als alleen gedag zeggen genoeg is? Mijn woorden zijn als asteroïden onder de robuuste sterrenbeelden; niemand zal ooit de geheime poort kunnen openen en het risico zal nooit groot genoeg zijn. Het zal gewoonweg nooit genoeg zijn. De schaduwen tasten elk gouden blad aan, elke gedachte, elk jaargetijde. Ik sta op en tol rond, terwijl de muziek het laatste beetje licht uit jouw ogen wegneemt. Ik ga ervan uit dat alles zijn verklaring heeft, maar dat die verklaringen op zichzelf staan; dat dat wat dit ogenblik rekt zichzelf niet kan voorbijstreven. Hier zul je voor altijd zijn als de onzichtbare echo van een absurde klap, als de herinnering aan een onschuldige gebeurtenis, als die bewuste namiddag die nog op je wacht.

In een of ander interview zei ik dat Bogotá mijn Amerikaanse droom was en dat bedoelde ik niet als grap. De roman die ik meebracht in mijn koffer bleef in de stad die me niet alleen mooie en zachtaardige meisjes in duistere gemoedstoestanden gaf, maar die ook ook blijvend de toon van mijn verhalen veranderde. Het kon me nooit al te veel schelen wát ik in mijn boeken zei, het deed er voor mij eerder toe hoé ik het zei. De ideeën zwerven door de wereldgeschiedenis en herhalen zich. Ze zijn koud als de nachten van Alaska. Ik wilde geen ideeën verzamelen en ook geen religie uitvinden; ik wilde de esthetische codes benadrukken van de taal waarmee ik was opgegroeid. Mijn vrienden en ik deelden een soort taal waarvan de dichtheid bepaald wordt door: western en underground films, rock en oude populaire liedjes, in leer gestoken blondines die banken beroofden en er vandoor gingen in rode auto’s, donkergekleurde buurvrouwen die we zoenden op de hete straathoeken van ‘Bewegingloze Stad’, vissers die ervan droomden wereldkampioen boxen te worden en aan te komen op Madison Square Garden, Antilliaanse klanken en klanken uit New York, onbereikbare hoeren die trouwden met politici en schoonheidskoninginnen op een Mercedes Benz van een of andere maffioso, dromen over Sharon Stone, mestiezendromen op het randje en mestiezen die dromen van geurige werelden die ze zien op de tv om even later te gaan slapen in de drek. Bogotá drong binnen in mijn angsten en blies mijn wereld op. Eind jaren tachtig en begin jaren negentig dwaalde ik er rond terwijl ik over de ruïnes van de bommen sprong en mijn woorden polijstte tot ze de scherpte hadden van dat wat Bogotá in mij achterliet; in die lange jongen met een aftandse koffer die daar ooit midden op de dag was aangekomen om er niet meer weg te gaan. Ik weet niet of het leven beter is in een andere stad, of het beter zou zijn datgene wat ik ben en doe te veranderen. Ik vraag het me zelfs niet af, het bevalt me hier te zijn beland zonder daar de reden van te kennen. In die zolderkamer had ik hetzelfde gevoel als nu, dat gevoel op je plek te zijn, alsof je je op het juiste feestje bij het meisje aan de bar meldt met exact die zin die zij verwacht. Silvana vertrok waarna er nog honderden namen volgden, maar Silvana blijft. Nadat ik het zolderkamertje had verlaten zagen we elkaar nog enkele keren en twee jaar later vertelde iemand me dat ze zich van kant had gemaakt in een taxi. Het bericht van haar dood viel samen met de reis van Ma-pi, een meisje uit Quebec met wie ik samenwoonde en dat mij eveneens verliet. Zoals ik altijd doe wanneer ik overmeesterd wordt door pijn, schreef ik een brief gericht aan Ma-pi:

Bogotá, december, 1992
Gisteren heeft Silvana zelfmoord gepleegd (dat vijftienjarige meisje dat mij bezocht op mijn zolderkamer). Ze schoot zichzelf door het hoofd in een taxi. Ik veronderstel dat het tijdschrift ‘People’ hieraan geen aandacht besteedde. Maanden dacht ik erover haar te bellen en nu is het laat, maar toen schoot mij te binnen; misschien woont Ma-pi nog in de Rue Morgan, en ik begon aan deze brief. Ik had niets in gedachten, hooguit losse flodders als: mijn moeder belt me twee keer per maand en vertelt me dan dat de regen de auto naar de filistijnen helpt en dat ze niet weet wat te doen. Toen ik ‘Bewegingloze Stad’ verliet beloofde ik hem binnen twee maand op te knappen en nu is hij al jaren gestrand op de binnenplaats (er zijn inmiddels duizenden stortbuien en stralen zonneschijn overheen geweest, hij zit vol met spinnewebben en er is al verschillende keren een poes bevallen op de achterbank, er wonen daar zelfs kabouters).
Ik stel mij voor dat je bijna klaar bent met de universiteit, met Heidegger als je stokpaardje. Arme Ma-pi, verliefd op de ideeën, arm meisje, diepzinnig en zwaar als een steen op de bodem van de zee. Word niet boos, dat van Silvana raakt me niet, ik vond haar een aanstelster… Geweldige dichters praten alleen in zichzelf, gaan nooit in bad en ze schrijven ook geen huilerige brieven. Zij dacht dat ik er zo een was. Ze leverde zich aan mij over en zei: “Wijs me de weg, geef me je liefde en neem mijn lichaam, je bent een dichter, pas goed op mij, dichter.” Iemand die mij zoiets zegt, goh. Ze was niet beroemd noch arm, ze had niets om zich in te bewijzen, ze was ook niet zwart en wist niets van Jimmi Hendrix, ze deed slechts. Ze gebruikte geen drugs, is niet een typisch geval van ‘People’ of ‘Cosmopolitan’: ze is het eenzame hart dat door de winterse nachten strompelt, de afstand die zich verwijdert door een grote gang in een rolstoel, door de smalle gangen van ons bewustzijn, het vertrouwen in anderen. Ik haat mensen die op mij vertrouwen: wanneer je op iemand vertrouwt geef je een grens aan. Dat vertrouwen is een dikke muur waarvan men verwacht dat je hem niet omverwerpt en niets is verleidelijker; het is als een zondagse taart op de tafel van een weeshuis, als een blote meid in de kleedkamer van een boxer, als een biljet van honderd dollar bij de uitgang van de bioscoop. Wanneer je op iemand vertrouwt maak je in hem zijn duivelse overtreder wakker. Vertrouwen is vies, het is alsof je tegen de ander zegt: “Je kunt me niet verraden want dan ga ik dood.” Dit past niet bij mensen die authentiek zijn, hoe kan ik aan de duivel trouw beloven als ik daarmee zelfs mijn eigen natuur verloochen. Op iemand vertrouwen is die persoon dwingen een code te respecteren. En als je dan toch op iemand vertrouwt, waarom is het dan nodig dat hij iets belooft, waarom duw je hem tegen de muur en dwing je hem beloften af. Ik word misselijk van het stellen van voorwaarden, vooral als er geen voorwaarden zijn.
Ik weet dat je verbitterd wegging, dat ik je verpletterde onder vragen en nog meer… Er is nu niets speciaals aan de hand, ik luister naar Dizzy, haar stormachtige geblaas duwt me omver, en ik denk aan Silvana: ze zei altijd dat ze haar moeder haatte (dat hoeft niet nader toegelicht, wie in’s hemelsnaam heeft zijn moeder niet gehaat?) zonder te begrijpen waarom. Het ging om een abstracte haat, een haat zonder reden. Ze haatte haar moeder zoals men de smaak van een of andere vrucht kan haten of van koud water in de winter; pure haat, gezond en onveranderlijk. Haat zonder aanklacht noch raadselen. De moeder leek die haat te beantwoorden, het ging om een extra band tussen de twee. Ik vond het prettig naar haar te kijken, ze lachte om wat ik vond. Ze schreef enkele gedichten, mijn favoriete luidt: “Behalve de moordenaar zijn alle anderen slachtoffers/de slachtoffers rennen naar de viaducten/en het interieur van de verlaten kerken/De moordenaar loopt in de straat/hij is arrogant en mooi/Behalve hij weten ze allemaal dat ze gaan sterven/Hij staat rokend op de hoek/later gaat hij naar huis/scheert zich/kust zijn meisje/Behalve de moordenaar hebben alle anderen schuld.”
Ik vind het afschuwelijk dat ze zo vertrokken is, ik schonk nooit aandacht aan haar als ze sprak over zelfmoord.

In een stad moet men zich roeren. Het doet er niet toe wat men doet, als men zich maar roert. Men kan zich zestien uur wentelen in- en overgeven aan verdriet, maar daarna moet er opnieuw begonnen worden. Het personage Slacks van Boris Vian heeft iets verrukkelijks… Het gaat om een vrouw die autorijdt met de blik stijf gericht op de weg in de hoop dat er een hond oversteekt om hem aan moes te rijden. Alleen dat windt haar op. Maar dat alles treedt naar de achtergrond terwijl ik het eten klaarmaak en met Marta praat. Haar stem heeft een timbre dat me bevalt. Het maakt niet uit wat ze zegt, de klank is genoeg.
“Dat hangt ervan af”, zegt ze.
“Ja, dat hangt ervan af”, zeg ik.
“Heb je dat gedicht al geschreven?”
“Welk?”
“Dat van die twee soorten afwezigheid”, zegt ze.
Ik herinner me twee personages van Salinger. Ramona, de dochter van Eloise. Een bijziend meisje dat op de rand van het bed slaapt om haar denkbeeldige vriend niet te verpletteren. En Muriel, een meisje dat slaapt terwijl haar vriend zijn de hersens aan flarden schiet met een Ortgies kaliber 7,65. Het is om moedeloos van te worden als je hieraan denkt, kijkend naar hoe de pasta zwelt in het hete water. Ik draag het gedicht voor dat zij zo mooi vindt.

Er zijn twee soorten van afwezigheid /Bij de ene komt de afwezige niet terug /Bij de andere gaat de afwezige niet weg /De ene is overgoten door zon /De andere maakt dat het glas beslaat en droogt het gras als het al droog is /De ene verandert het lawaai in een avontuur /De andere is een lange zondag zonder tijdschriften.

Ze reageert peinsend. Andere teksten, waarin ik me hardvochtig of in de ogen van vrouwen een vrouwenhater toon, hebben verhitte discussies losgemaakt. Haar manier van kijken heeft me doen beseffen hoe gezwollen ik vaak ben. Op een keer vroeg ze me of ik het prettig zou vinden als Laura Elisa (mijn aanbeden nichtje) sommige dingen die ik schrijf zou lezen. Laura woont in ‘Onbewogen Stad’, ik mis haar elke dag. Ze is al veertien jaar en heeft de stem van een suikerspin. Haar geest is als duizend pretparken. Zij is de enige die weet dat ik Rey Reptil ben, niemand anders kent mijn geheime persoonlijkheid.

We eten en we praten. Op de radio klinken balades van Joe Dassan, mijn favoriete zanger aller tijden. Daarna doet zij de afwas en herinnert me er aan dat ik handschoenen moet kopen.
Alleen al haar aanwezigheid doorbreekt die saaie zomers van ‘Onbewogen Stad’, vergeven van opdringerige billen, veelkleurige handdoeken en cocos-olie. Ik kijk hoe haar hand langs de rand van een bord strijkt en ik herinner me dat ik me vannacht ineens bedreigd voelde toen ik omhoog klom via de Torens van het Park. Ik keek om me heen zonder stil te blijven staan, maar er was niemand. En toen stelde ik me voor hoe een kogel tussen de bomen door mijn hart doorboorde. Ik slaagde erin mijn lichaam te zien terwijl het over de rode bakstenen treden lag, terwijl de wind gierde en de droge bladeren op mijn voorhoofd vielen. Niemand in de verre omtrek kwam er in geen duizend nachten achter, ook niet Philip Marlowe in eigen persoon, wie de moordenaar was. Ik bracht de nacht daar neergeschoten door en later, bij de schemering van de volgende dag, zou ik retourgestuurd worden naar ‘Bewegingloze Stad’ in een plastic zak. En dat was het dan, punt. Ik versnelde mijn passen, mijn hart ging tekeer en was in een paar seconden loodzwaar, gevuld met angst. Ik ging de flat binnen, omhelste Marta en voelde me gered. Ik zette mijzelf thee en liep naar het raam. In de verte zag ik die stad; haar gebouwen en bomen, haar onzichtbare maar recht op hun doel afgaande kogels. Dat is het vooral wat me bevalt; Bogotá houdt mijn zintuigen scherp waardoor ik elke seconde meer waardeer. Ik waardeer het minuscule pluisje op de katoenen rode bloes van Marta, evenals haar liefdevolle ogen. De liefde is even gevaarlijk als de stad maar scherpt de zintuigen. Het leven komt zo borrelend binnen. Ik keek naar Marta en even later naar de lichten van de stad. Nee, gered was ik niet, het gegons van iets denkbeeldigs dat voortvloeide uit angst bereikte me via het raam. Ook wat niet bestaat is onverbiddelijk.


Efraim Medina Reyes

Wednesday, May 09, 2007

Monday, May 07, 2007

Primavera en Amsterdam





Ayer vi algo muy especial: una chica que sirvió vino de las bolsitas que llevaba. Como si fuera una vaca, una vaca elegante que daba vino (blanco y tinto). Nunca antes había visto algo así.

Wednesday, May 02, 2007

Monday, April 30, 2007

Saturday, April 28, 2007

Primavera en Paris

Con un beso para Aniara

Saturday, April 14, 2007

Mienten!


Cuando dicen
Que soy o blanco o negro
Cuando
Me llaman
Oscuridad o luz

Mienten
Cuando al hombrecito gris
Le niegan su brillo gris

Soy ceniza de lo que soy
Soy fuego y cartón
Soy humo e incienso
Soy rayo
Y soy luz
Soy cenizas
Soy penumbras
Soy polvo
Soy el polvo en el rayo de luz en la penumbra
Soy la brasa recién soplada
Soy la brasa y su volátil ceniza
Y el soplo
Soy fuego
Soy el fuego que ya ardió
Soy humo
Soy el humo que no fue ceniza
Y soy ceniza
Soy restos, estos restos
Y aroma
Y perfume
Y neutra sombra
Soy cuanto se nombra
Soy lo que no soy
Soy, simplemente, soy.


Jorge Alberdi


(dibujo del poeta: Ana)



Saturday, April 07, 2007

LOS ESPÍRITUS NO TIENEN PAZ


Aldo Contreras Droguett

Ramiro tomó el volante y puso en marcha el auto. Al lado se sentó su hermano. Ese domingo iban de visita a Villarrica.
A la salida de Temuco, en plena Panamericana Sur, poco después de haber pasado el puente sobre el río Cautín y un poco más allá de la salida a la carretera de Padre Las Casas, los hermanos se miraron. Ramiro en un segundo comprobó que tenía el mismo pensamiento que su hermano y frenó para llevar a la chica que estaba tirando dedo en aquel lugar desolado. Se detuvo a unos treinta metros de donde estaba la muchacha y siguió sus reacciones por el espejo retrovisor. Vieron que intentaba correr con la maleta que traía para alcanzar rápidamente el vehículo. Ella era más bien menuda de cuerpo, la maleta que llevaba era grande y anticuada, llena de etiquetas pasadas de moda como su ropa, sin embargo esto no le menoscababa en absoluto su personalidad. Ramiro se bajó en el momento en que la chica estaba por alcanzar el vehículo, le preguntó por su destino, abrió el maletero mientras su hermano ordenaba un poco el asiento trasero donde habían puesto algunas compras que llevaban a sus padres que vivían en el campo en Villarrica.
La muchacha se introdujo en el vehículo alegremente, se acomodó colocando su bolso de lana tejido a telar con motivos de la zona sobre sus rodillas. El hermano de Ramiro le preguntó por segunda vez a dónde iba. Ella le respondió con un susurro claro y definitorio acompañado por una sonrisa. El hermano de Ramiro le contó que conocía la ciudad como la palma de su mano, pues había tenido un amor clandestino en Villarrica. Se acordó de haberle puesto los cuernos con todo gusto a un terrateniente setentón, podrido en plata que únicamente pensaba en jugar en el Casino de Pucón. Ramiro daba clases particulares de piano en aquella época, de esta manera conoció a la mujer del terrateniente, treinta años menor que el viejo ricachón y tan sólo dos años mayor que él; por eso mismo, para evitar la ira del viejo cornudo que espiaba a su bella mujer con un detective privado mientras se dedicaba a gastar parte de la fortuna en el casino, los dos hermanos habían estado obligado a conocer los recovecos de la ciudad palmo a palmo, las entradas y salidas de los bosques circundantes. La chica presintiendo que los hermanos iban a entrar en detalles de aquella historia de cuernos, se disculpó de haber dicho que iba a Villarrica porque en realidad, iba a un lugar antes de llegar a la ciudad.
Entablaron una conversación interesante a pesar de haber empezado mal. La muchacha que era estudiante universitaria, locuaz y comprendía absolutamente todos los temas actuales del país, hacía observaciones agudas y profundas que obligaban a los hermanos a pensar concienzudamente antes de emitir una opinión. El tiempo pasó volando, ni se dieron cuenta como llegaron al cruce donde la muchacha le indicó a Ramiro que se detuviera. Los hermanos le ofrecieron llevarla a casa, pero ella se negó, diciendo que tan sólo eran doscientos metros que tenía que caminar y a ella le agradaba llegar a pie a su casa. En el poco espacio que hay entre la carretera y la cuneta se bajó. El hermano de Ramiro le ayudó a sacar la maleta, que sin ser tan pesada era incomoda tomarla desde el maletero. Ella se despidió con un “nos vemos, gracias”.
Los hermanos siguieron el camino comentando la conversación con la chica y determinaron que cuando tuvieran tiempo harían un recorrido por la región para ver las aldeas y pueblos circundantes donde todavía se consumía productos naturales. Ramiro con nostalgia recordó los tiempos en que comía sin colorantes, emulgentes, conservantes y otros tantos inventos de la modernidad que había llegado hasta allí: al país más austral del mundo.
Ya a comienzo del verano la Panamericana estaba recargada de turistas nacionales y argentinos que iban al Lago Caburgua, a las termas de Palguín, a Pucón o al Parque Nacional Los Paraguas o al balneario de Licán Ray, o ¿quién sabe?, quizás como ellos, iban al lago Villarrica a tomar sol o hacer deporte acuático. A poco después de dejar a Freire perdido en el valle a Ramiro le entró las ganas de desviarse en cualquier punto de la carretera a Villarica, a lo cual consistió su hermano. Se metieron en un camino que sólo tenía asfalto en la entrada, pero se podía fácilmente transitar por él. Iban disfrutando de la vista a la cordillera de los Andes que se veía más cerca que nunca por el efecto del aire puro y caliente. Al fondo siempre el majestuoso volcán Villarrica, con su imponente chimenea que coloreaba a ratos el cielo con humos de diferentes tonalidades y espesor que lanzaba a bocanadas y cubría parte de las estrellas y la luna creciente que se veían en pleno día.
Se detuvieron en el primer letrero que indicaba: “se vende”. Tocaron la bocina para no tener problemas con los perros que salieron ladrando en forma amenazadora hasta la puerta del vehículo. Una mujer baja y delgada, ya de edad, que vestía todo de negro, salió de la casa y apaciguó los animales. Ramiro le preguntó a través de la ventanilla semiabierta si le quedaba miel. La señora que a todas luces no era campesina, les invitó a pasar. Se bajaron del vehículo cuando vieron que el marido de la mujer tenía sujeto los perros. Pasaron a la casa, que era muy sencilla y acogedora. Se sentaron cómodamente y pidieron suficientes kilos de miel para todo el año, para ellos y su madre que tenía una fe enorme a este jarabe que desde hace mucho tiempo utiliza como alimento y medicina para una serie de enfermedades, de la misma manera como la mayoría de los chilenos utilizan el mentolato. El hombre de la casa se acercó a saludar después de haber dejado amarrado los perros que seguían ladrando por la presencia de los desconocidos. El era un típico funcionario jubilado que lucía lo que vestía a pesar de su sencillez. El hermano de Ramiro entabló una conversación con el hombre que al parecer estaba necesitado de visita. Les invitó a tomar un té, que aceptaron por cortesía. Hablaron de mil cosas una hora seguida sin parar.
Ramiro fue el primero en reparar en las fotos colgadas en la pared y el rincón adornado como un altar, con una foto rodeada de acuarelas y al pie un pedestal con una vela que a juzgar por la cera que pendía del candelabro, había sido encendida reiteradamente durante muchos años. Ramiro le preguntó sobre las fotos en blanco y negro, algunas ya descoloridas por el tiempo, e hizo una comparación con las fotos de fines del siglo diecinueve que tenía en su casa de sus tatarabuelos, que se tomaron en Puerto Montt, en el momento en que pisaron por primera vez tierra chilena. Ramiro, después de reponerse de la sorpresa por el altar, le preguntó si era su hija la que estaba al centro. El padre se puso solemne y les relato la historia de como había perdido a su niña en 1975 cuando la represión de la dictadura, dirigida por el fiscal militar, había llegado hasta su casa en Temuco. Esos salvajes me fusilaron a mi hija, concluyó. Ramiro enmudeció, se acercó para ver de más cerca la foto con ansiedad. Su hermano hizo lo mismo. Consolaron a la pareja y le pidieron permiso para prender la vela que estaba en el candelabro. El hermano de Ramiro se persigno y rezó en silencio frente al altar, acto seguido encendió la vela y se despidieron.
Ramiro se puso detrás del volante como siempre y emprendieron el viaje mirando el volcán que echaba humo a bocanadas, a veces era espeso y de color casi como la sangre. Los hermanos se miraron en silencio. Ramiro entendió que tenía el mismo pensamiento que su hermano y preguntó con un golpe en el volante como queriendo una respuesta rápida y justiciera , ¿quién habrá sido el conchadesumadre que la mató?

Saturday, March 31, 2007

Colombian literature

Between Colombian authors the ongoing literary debate also involves a sensitive issue at the heart of Colombian society; stereotypical reputations and the international attention to Colombia has tended to give the country a reputation of only being a country of violence and drugs. Even though these do exist and are a problem, they are not the only reality in Colombia. In newly developing literature traditions there is an attempt to embrace globalisation re-inventing or romanticising the everyday quality of violence. This has included capturing urban realities and slum violence. In this way the new tradition is a means of bridging first and third worlds – serving a global reading of Colombia, New York, Bombay , London or anywhere. But among authors and scholars there is disagreement as to whether or not this kind of “new style” might only reinforce the stereotypes about Colombia.

Angela Lewis


Angela,

A very intelligent conclusion, I will try to include it in my chat about Colombian literature in Wageningen, the 10th of april.

Kind Regards,

Ana

Saturday, February 17, 2007

Historia naranja de amor

“Papá, ¿por qué no viene Cruyff?” Así se llama el cuento sobre Orlando, escrito por el escritor argentino Gabriel Casas. Su protagonista es un chico de ocho años que, en la Argentina chiflada de fútbol de 1978, es hincha del equipo falso; Orlando es ‘pro naranja’.
El relato, magnífico escrito, trata de un “bicho raro” que adora a los del equipo holandés porque son “los mejores futbolistas del planeta”.
Orlando quiere saber de su papá por qué el mejor futbolista Johan Cruyff no ha venido a Argentina. A lo que le contesta su padre, para su desconcierto, que Cruyff no quería venir a un país donde la junta militar “mata a la gente por la calle, o la hacen desaparecer”. Para evitar que sus compatriotas argentinas linchen a su hijo, no le permite que asista a la final entre Holanda y Argentina.
Una prudencia parecida explica que Casas no ha encontrado un editor para su cuento. La ‘historia naranja de amor’ sólo recién fue publicada por un editor pequeño y alternativo.
El cuento de Casas es un relato “antinacionalista”, como el periodista Pablo Llonto escribe en el prólogo. Y, en un periodo en lo que el patriotismo populista triunfa en Latinoamérica, eso es una característica peligrosa. Es decir que la ola izquierdista que inunda Latinoamérica es una ola sobre todo antiamericanista y antieuropea.
En Argentina echan la culpa de la crisis económica, que en el año 2001 ha enfrentado el país con problemas inimaginados, al extranjero. Son los obligacionistas y los bancos, los multinacionales y el Fondo Monetario Internacional que han llevado el país a la miseria.
En ese ambiente nacionalista no es aconsejable encapricharse con otro país. Tal vez es por eso que nadie en Argentina conoce al escritor Gabriel Casas. La editora Eloísa Cartonera sólo sabe mencionar que Casas nació en 1967. Le han enviado la historia de Cruyff por correo electrónico. Pablo Llonto describe en su libro sobre el Mundial de Fútbol en 1978 “La vergüenza de todos” cómo las Madres de la Plaza de Mayo, que en este momento estaban buscando a sus hijos, apelaron a los periodistas holandeses que contaran al mundo de la junta horrorosa.
Pero, hoy en día, las "Madres Locas" forman uno de los soportes más importantes del presidente izquierdista y populista de Argentina Nestór Kirchner. En la pancarta mayor, llevada por las Madres de la Plaza de Mayo después de que se había estallado la crisis, no estaba mencionado nada sobre los derechos humanos. El texto sólo dijo: “Termina el pago de la deuda al FMI”.

Marcel Haenen

(traducido por Ana)

Sunday, February 11, 2007

Tuesday, January 16, 2007

Juana la Loca

En realidad no me llamo Ana sino Anita, y nací en una finca (la finca de la foto) en el este del país. Anita es un nombre holandés. Mi madre contó que Anita vino del nombre de mi abuela. Ella se llamaba Hanna, de Johanna (Juana en español). Mi madre se llama Johanna (pero la llaman Jo).
En español Anita suena un poco raro porque ya no soy la pequeña Ana de antes.
Mi abuela ni mi madre tiene algo que ver con Juana la Loca... Yo: sí.