Querido Juan Tomás Ávila Laurel,
Quiero recordarte lo que dijiste justo después de tu huelga de hambre. Querías volver a Guinea ya después de un mes. Después lo has repetido varias veces; ibas a volver en agosto, en septiembre, en enero... un año después. Y, ahora ya son casi dos años después. Te pregunto: ¿cuándo vas a volver para ayudar a tu gente? La (triste) verdad es que todavía te encuentras en Barcelona. Y ahora hablas en términos de blancos y negros. Claro que el poder está en manos de algunos blancos que no se preocupan mucho por los demás. A pesar de eso yo creo que no es asunto de blancos, ni negros. Es asunto de historia, cultura, estupideces de muchos; blancos, negros, amarillos y rojos. Sería una pena caer en esa trampa de los colores. Has tenido y todavía tienes oportunidades para afrontar el problema de Guinea a través de tu literatura. Una literatura que vale mucho más que esas repeticiones políticas que leo ahora de ti. Hay dudas con razón. “¿Vale la pena que sigamos hablando de este pais?” Y: “En realidad hay algo que no hemos dicho ya?” Yo diría que sí valdrá la pena seguir hablando de Guinea. Y tú eres él que elige la forma en la que escribes. El lector hace el resto.
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