Voy a la caja, recogo el ticket y subo la escalera hacia la sala. El ticket menciona que se trata de un verdadero concierto. En realidad me había imaginado otra cosa, algo como un espectáculo de música y baile. En mi vestido y botas de tango de color rojo vivo, de repente me siento destacándome angustioso contra esas señoras en torno mío, señoras un poco más viejas y envueltas en colores grises. Temo que haya poco que bailar y veo que la sala pequeña con las sillas lilas tampoco ofrece mucho espacio para el baile. Una vez en la sala me siento en una silla lila en la primera fila. La tarima que está enfrente parece enorme. Está llena de los instrumentos de música y estándares cubiertos de boas rojas y negras. Detrás de mi está sentada una señora que habla demasiado fuerte, una de esas a quienes les gusta ser escuchadas, pero cuando aparece Tanya ella afortunadamente se calla.
Tanya aparece en una blusa roja, una falda negra punteada y con su violín “en posición de disparo”. Está acompañada por los cuatro otros miembros del Quinteto y anuncia que vamos a ver y escuchar un “try out”, un preestreno con lo que nos pide que no pensemos en “una actriz cómica que intenta algo en un chándal.” No, este preestreno lo debemos tomar muy en serio, aunque... Tanya sí actua muy en serio cuando empieza a tocar. De pronto su mirada se vuelve severa y ella hace movimientos salvajes con su arco. Después de unas tres canciones muy bien tocadas, entre otras la Canción del salmón y El silencio: una canción escrita por su madre, los músicos argentinos empiezan a acompañar al resto del grupo y escuchamos la verdadera música del Río de la Plata. Del guitarista argentino Gustavo Mozzi sabemos a lo largo del concierto que “prefiere Hoofddorp a Nueva York”, donde al mismo momento le dan un Grammy. Así Hoofddorp se convierte en un lugar espectacular, y después de una charla de Mozzi dirigida al público, Tanya lo traduce: “Dice que yo le gusto y que le da pena que ya tenga un novio fijo.” La señora terrible atrás, que resulta hablar español, piensa aprovechar la oportunidad para hacer una traducción suya. Lo agradable de Tanya es que no se lo importa un pito, y que de un momento al otro sigue tocando en toda su seriedad, como si no existieran las señoras terribles en absoluto. Tocan otra canción de su madre: La chica Tanya y terminan el concierto con la Milonga literal que tiene su origen en la parte fronteriza con Brasil.
Después del concierto otra vez encuentro a los músicos en el restaurante. Saludo a Tanya en la salida. No sólo es una chica encantada y alta, sino también toca fantástico como el resto de los músicos del Quinteto Tango Extremo que, junto con los dos músicos argentinos por un rato ha sido un Septeto. En el blog de Tanya http://home.wanadoo.nl/benvandendungen/ leo que todavía tendrán varias actuaciones en distintos lugares en Holanda (esta noche en La Haya, el 5 de noviembre en Hoorn y el 11 de noviembre en Rotterdam). Pasen y vean, pero sobre todo: ¡escuchen su música!
Ana
Véase también: el blog de Marcel Haenen; Corresponsal América Latina para el Diario nacional de Holanda NRC Handelsblad): www.nrc.nl/tango , y (a petición de Luc van Gestel, contrabajista del Quinteto Tango Extremo): http://www.tango-bands.com/ y http://www.argentijnse-tango.com/
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