Saturday, April 01, 2006

Antes y después II


En la 'vorágine' de la pequeña enfermedad estoy poniendo y borrando cosas, no existe un antes ni un después.

Suena un poco patético hoy, un día más tarde, recuperándome de esa pequeña enfermedad. Sí Ella, soy yo, ¡salud!, ¡santé!, ¡proost! Una nueva vorágine se anuncia, la de los impuestos. Y, estoy en esa vorágine perpetua de Colombia... Leo; "La violencia en Colombia podría explicarse como la red simbólica de la producción simbólica del acto de enterramiento del cadáver", frase interesante. Frase de Manuel Hernández, catedrático jubilado de la Universidad Los Andes a quien encontré el año pasado en Bogotá. Tiene algo que ver con Antígona y el cadáver insepulto: en "La Vorágine" de Rivera y en "La Hojarasca" de García Márquez. El señor Hernández y yo estuvimos de acuerdo que la primera novela de Márquez también ha sido su novela mejor. Pero, en ese momento todavía no había leído "Crónica de una muerte anunciada", y tampoco "La Vorágine"...

Otro día... nada ha quedado de lo patético, ni siquiera los impuestos. La frase de Hernández la traté de explicar;
Antígona enterró a su hermano Polinice en contra de la voluntad del tirano Creonte. El coronel entierra al médico francés en contra de la voluntad del pueblo. El pueblo quiere vengarse, se opene al entierro porque el médico no ha puesto su mano curadora sobre los heridos de las bananeras. Entonces hay un conflicto detrás, el conflicto de las bananeras, de los gaucheros, de los petroleros, de los campesinos... Es “la red simbólica” detrás del acto de enterramiento del cadáver, detrás de la violencia colombiana. Es la red de las venganzas, la red de la lucha bien violenta que García Márquez trata de romper.
En este sentido el acto de enterramiento del cadáver es simbólico, simboliza el enterramiento de todos los muertos de la violencia, un intento de superar el pasado. Es un elemento inherente a muchas novelas colombianas.
Algo así...


En "La novia oscura" (Laura Restrepo) Sayonara dice sobre los muertos que flotan en el río;
Por eso no se dejan enterrar. Por eso buscan el río, porque bajo tierra, solos y quietos, se mueren, mientras que en la corriente viajan, pueden mirar a sus anchas el cielo y visitar a los vivos...

Pero, parece que al fin y al cabo encontramos la tranquilidad bajo la tierra...


4 comments:

Anonymous said...

Anita, ¿tú eres la de la foto? ¡Pero, qué guapísima!
Mira, yo no sé qué enfermedad será esa que te ataca, pero tú mírala fíjamente con esos ojos bellos y la fulminarás.

Abrazo desnudo.

PD: ¿Cómo no me fijé antes en tu perfil de la izquierda? Por lo de tu ubicación geográfica, digo.

Anonymous said...

Así que esa es tu superpierna...

Por cierto, me encanta la vida, el eterno movimiento de este post.

Abrazo orgiástico.

Jorge Alberdi said...

Mejor que la primera 'El amor en los tiempos del cólera', digan lo que digan...

ana said...

Jorge, la primera novela de García Márquez es "La hojarasca".
"El amor en los tiempos del cólera" se trata del amor y de la vejez (con descripciones fenomenales) y "Crónica de una muerte anunciada" del amor y de la venganza. Son novelas distintas que a mí me han conmocionado, las dos en un modo distinto.