En un lugar de La Mancha leí que Dulcinea en realidad era la dulce Ana, es decir, Ana de la doña Ana Martínez Zarco de Morales, que vivió en la casa de la Torrecilla en Toboso. Hace una semana estuve allí.
Escribo historias y hago dibujos durante mis viajes en los países latinoamericanos, participo en exposiciones, doy clases de arte/español, me interesa traducir textos.
Soy redactora/periodista de la revista La Cadena, la única revista sobre el tango en Holanda.
De origen soy del campo pero me adapté a la ciudad. A veces bailo con bailarines profesionales.
Mi última locura es Guinea Ecuatorial. Me estoy orientando en el camino hacia una tesis sobre arte y literatura guineoecuatoriana.
1 comment:
¡Que bella pintura! Un abrazo desde una madrugada torrencial, fría y bogotana.
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