Thursday, February 02, 2006

Dos costeños

Con sus valores locales se distingue del resto del país pero en la relación que hace con otros mundos da un sentido de la universalidad. Se puede decir que García Márquez hace un universo de un pequeño pueblo. Yo pasé por Aracataca sin darme cuenta que allí estaba. No es un pueblo especial, es como cualquier pueblo en el Caribe mientras que García Márquez lo describe como si fuera el mundo entero. Ese es su gran mérito.

En la novela de Efraim Medina Reyes veo lo contrario. El pretende ser un escritor mundial, no quiere tener nada que ver con el “regionalismo” de García Márquez:

Puedo recordar mejor algunos capítulos de Hechizada que la historia de Ciudad Inmóvil y sé que Steve McQueen es mil veces más importante en mi vida que Simón Bolívar. No importa lo que diga mi pasaporte y cuánto quiera Mónica recordarme quién soy. Mi ciudad está arriba y sus rascacielos acarician el rostro de Dios. Mi cultura está más en mi mente y sus ensoñaciones, no en los libros de García Márquez.

Se puede preguntarse si porque escribe sobre Bach y Kurt Cobain, porque mezcla de todo y usa un lenguaje directo, urbano y a veces obsceno: ¿será esto lo que le convierte en un escritor mundial? Tengo dudas. Si es un escritor mundial lo es al igual que García Márquez. Como hemos visto los dos se comparan con escritores norteamericanos – García Márquez con Faulkner y Medina Reyes con Bukowski[1] – y los dos describen el ambiente del Caribe que comparan con el ambiente de Bogotá donde, como verdaderos costeños, se sienten infelices.

García Márquez dice en Vivir para contarla:
“Bogotá era entonces una ciudad remota y lúgubre donde estaba cayendo una llovizna insomne desde principios del siglo XVI.”
Y, incluso él llora en Bogotá:
“Lloré largas horas en silencio antes de lograr un sueño infeliz.”

Medina Reyes dice en Érase una vez el amor pero tuve que matarlo:
“Bogotá ha sido mi sueño americano pero siempre regreso a Ciudad Inmóvil. A mi me jode el frío...”

A mí me parece que ni Gabriel García Márquez, ni Efraim Medina Reyes escapan de su ambiente, que es el Caribe.

[1] Charles Bukowski (1920-1994)

Ana (parte de la tesina)

3 comments:

Addiction Kerberos said...

Estoy de acuerdo contigo: ni Efraim ni García Márquez escapan de su ambiente. Pero no digamos que es caribe.. caribe, en su mejor y más amplio sentido, es Derek Walcott y sus versos sólo son los versos que trae como susurros el mar. El mayor pecado de Efraim es tratar de ser urbano siendo un escritor netamente de provincia. El mayor pecado de García Marketing es el contrario. Los dos son igual de estúpidos y fantoches, sólo que uno quiere imitar a Bukowski y el otro a Faulkner: pero ambos sólo resultan ser pobres imitaciones, golems horribles.

Gracias por el besito y no, no soy un adicto celoso.. porque nada tengo que celar a un farsante como Medina Reyes: tal vez sea yo el único escritor con integridad que aún queda.

ana said...

No hay nada de malo en buscándose nuevos horizontes, ni desde la ciudad ni desde el campo ni desde Colombia ni desde... Los Colombianos me parecen demasiado preocupados con todo eso.

Para el adicto un besito más y, por supuesto, ¡otro besote para Efraim!

alcabanzo said...

¿Tesina sobre Efraim Medina y Gabriel García márquez? Me gustan sus obras. Y a Kerberos le digo: ¿Quién dice que el pan bueno no se vende? Que "hasta las amas de casa" lean a Gabriel García Márquez no habla mál de él sino bien de las amas de casa... y Efraim Medina, pues andrés Hoyos, el director de "El malpensante" le ha hecho mala leche con lo del síndrome de la marisquería, pero sé que es envidia. Van a ver, cuando escriba su novela para el Nobel todo el mundo va a decir "yo sabía que era muy talentoso" como con García Márquez, y cuando se dedique a gastarse el dinero y a vivir bien (un pecado en Colombia si uno no es Santo Domingo) dirán que es un mercachife de la literatura... Y sobre el provincialismo, ¿acaso es un pecado no ser europeo, o no saber más que delpropio ombligo? Kant jamás salió de su pueblucho y creyó saber todo sobre el universo, que se elimitaba a sus categorías mentales... y nadie le dice provinciano...